En la realidad actual en la que nos encontramos, las organizaciones, tanto públicas como privadas, están obligadas a re-inventar la forma en que los ciudadanos, clientes, empleados y público en general interactúa con sus procesos y negocios, facilitando y optimizando la dinámica en que se pueden realizar trámites, adquirir productos y servicios, realizar reclamaciones, y demás.
Producto de esto, y de la necesidad de lograr agilidad en cuanto a esta mandatoria innovación digital, las organizaciones se han dotado de procesos y prácticas que les permitan crear y entregar soluciones en tiempos más acelerados, dentro de las cuales se incluyen prácticas de DevOps, pruebas funcionales, de integración, performance y seguridad (todas, o algunas de éstas), pero por lo general, no se realiza una evaluación exhaustiva de la usabilidad de la aplicación creada, con lo cual se comete uno de los peores posibles errores: dejar que el usuario final se encuentre con problemas que le hagan difícil o incomodo el usar nuestra aplicación.
Y es que parece que las organizaciones no están prestando suficiente atención a la maravillosa oportunidad que le dan los usuarios cuando deciden descargar e instalar (en su computadora, tableta o móvil) la aplicación recién creada; oportunidad que se pierde inmediatamente cuando el usuario encuentra un defecto, falla o funcionalidad incómoda que lo lleva a desinstalar dicha aplicación, con lo cual, toda la inversión realizada por la organización en crearla, posicionarla (mercadeo físico y digital), preparar a la empresa para soportarla, etc. se precipita en caída libre, generando más pérdidas que los beneficios esperados.
Ahora bien, prestando atención a cuestiones básicas de usabilidad, como las que veremos a continuación, reduciremos drásticamente la probabilidad de que nuestro usuario elimine nuestra aplicación al poco tiempo de instalarla, y que por el contrario, transacciones contra nuestra organización tal y como se espera que lo haga.
Usar un idioma uniforme
En la actualidad, cualquier persona, de cualquier estrato social y educación, debe tener la posibilidad de usar nuestra aplicación, y para ello, debemos asegurarnos que la misma se encuentre completamente en idioma español. Si partes de la misma, así como mensajes, botones, opciones de menú, entre otros, se encuentran en otro idioma (inglés, por ejemplo), debemos darnos a la tarea de traducirlos, para que el usuario entienda sin lugar a dudas lo que debe hacer al interactuar con nuestra aplicación o sistema.
Contar con una adecuada ortografía
Una aplicación con errores (y algunas veces, horrores) ortográficos habla muy mal de la organización encargada de crear la misma, y de inmediato mella la confianza del usuario frente a la misma: “Si ni siquiera le prestaron atención a errores de ortografía, vaya uno a saber si es confiable que ponga los datos de mi tarjeta de crédito en la misma”. Este tipo de dudas, simples, pero totalmente válidas por parte de un usuario final, son las que provocan que elimine la aplicación, y probablemente nunca (a menos que reciba una muy buena retroalimentación de alguien de confianza -sobre lo cual, nuestra organización, en el 90% de los casos, no tiene control-) vuelva a instalarla.
Asegurarnos que los controles, pantallas e información se vean bien en cualquier dispositivo
Si hemos creado una solución digital para que nuestro usuario final la pueda operar desde múltiples dispositivos (PC, tableta, móvil, etc.) debemos asegurarnos de que en todos ellos se vea igual de bien, los controles no se superpongan, la información dentro de los mismos se visualice correctamente y completamente. Generalmente el dispositivo móvil es que el más se afecta cuando tenemos una aplicación multi plataforma (por lo reducido de su pantalla), pero, es importante saber que dicho dispositivo es donde hay más probabilidades que el usuario final utilice la misma, por lo cual debemos prestarle especial atención.
Como vemos aquí, estas reglas son básicas y sencillas, pero pueden marcar una gran diferencia en la experiencia de nuestros usuarios finales con nuestra nueva solución digital, y el no cumplirlas puede afectar nuestra imagen como organización capaz de ofrecer soluciones digitales confiables, tirando por la borda todo el esfuerzo realizado en idear, crear y mantener las mismas.
El Equipo de profesionales y las poderosas herramientas que utilizamos en Argentum pueden ayudarle a realizar estas verificaciones de manera sencilla, objetiva y con la experiencia que solo puede lograrse a través de la presencia de más de 13 años en el mercado.
En futuras entregas seguiremos profundizando sobre más consejos y recomendaciones relativos a la usabilidad en nuestras aplicaciones.
Lic. Hugo Pascual Reinhard/Socio Fundador y CSO/Argentum Inc
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A petición el curso «Dominio de Gestión de Requerimientos con Casos de Uso»